PROBAMOS EL NUEVO CADILLAC CTS-V COUPÉ


El Cadillac CTS-V Coupé ha dado un nuevo salto tecnológico en los últimos meses. Ya en 2011 era uno de los coches más potentes que podíamos encontrar en el mercado,
con una capacidad desmesurada para los competidores que tenía por aquel entonces en el duro mundo de los deportivos de lujo. Pero por increíble que parezca han conseguido mejorarlo todavía más, llegando a un nivel que simplemente se sale de la concepción clásica que teníamos de este tipo de automóviles.
En la actualidad tiene nada más y nada menos que 1.200 CV, una exageración que nos hace pensar en un motor que no debería estar en un coche. Debido a esta potencia se han tenido que reforzar elementos internos como los pistones o el árbol de levas, de lo contrario el propio motor podría averiarse a las pocas aceleraciones.

Con una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 2,9 segundos estamos ante una auténtica bala, llegando a una velocidad punta de 389 kilómetros por hora. ¿Dónde está el límite? No parece haberlo ya en la actualidad del mundo del motor, con una potencia de este calibre y la tecnología avanzando en una carrera sin fin nos cuesta imaginar cuándo llegaremos a un tope que seamos capaces de controlar.